Razones para ir y para no ir a la próxima manifestación del 15 de Mayo

. domingo, 1 de mayo de 2011
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Cuando la manifestación del próximo 15 de Mayo llegó hasta mis oídos, lo hizo como algo relativamente vago pero coherente: La juventud del país, incapaz de encontrar un trabajo sin cruzar la frontera y con el sentimiento de estar siendo vapuleada por unas personas incapaces o irresponsables, había decidido salir a la calle para alzar su protesta. A protestar contra su situación, simple y llanamente; a hacer algo más que justificado: ¿Es acaso su trabajo saber cómo puede solucionarse su problema? ¿de verdad es su papel plantear las medidas necesarias para cambiar el rumbo de su situación? No, desde luego que no. Su único papel está siendo el de sufrir una circunstancia desgraciada. Salir a protestar hacia quienes tienen que cambiar eso, incluso cuando estos estuvieran haciendo bien su trabajo, es de lo más irreprochable que ha llegado nunca a mis oídos. Tal y como están las cosas, más que irreprochable, ¡es lo mínimo!



Tampoco es culpa suya no entender que, tras años de desarrollo económico, la estructura productiva de su país no les garantice un alimento dentro de unos meses, por mucho que estén dispuestos a trabajárselo. Pero nadie les argumenta nada, salvo que fue culpa del otro partido político y blablablá. Así, sería comprensible que las personas envueltas en el panorama, en especial las más afectadas, pusieran el pie en la calle para gritar, como mínimo, un “¡a mí que me lo expliquen!” que pondría en apuros a unos cuantos.

Sin embargo, estaba confundido: La manifestación tiene una plataforma detrás, que la organiza, y su objetivo, que es a la vez su lema, son oficiales: ¡Democracia Real YA!

Y algo en mí se emociona. ¿Puede ser que de verdad esté a punto de montarse un movimiento contra el antidemocrático sistema vigente es nuestro país? ¿En serio ha llegado el momento de salir a cambiar las cosas que nos alejan de la auténtica democracia? Empiezo a pensar en una serie de medidas, en la cabeza de demasiada gente, demasiado evidentes, como las que siguen:


  • Sustitución del mecanismo de pequeñas circunscripciones, que conduce de una forma patética hacia el bipartidismo convirtiendo la mayoría de votos por agrupaciones minoritarias en un “tirar el voto a la basura”, por una circunscripción única, donde se primaría (que cosa más malévola) la voluntad del país en función del número de personas que piensan de la misma manera.


  • Introducción del sistema a doble vuelta establecido en Francia, que permite votar en función de tus preferencias y no de cálculos electorales de la casa en una primera vuelta para votar a un “bipartidismo ajustado” posterior que permitiese el nombramiento de un gobierno relativamente estable. 


  • Obligación legal de cumplir las promesas electorales: En caso de verse el Gobierno en la obligación de cambiar de políticas de acción, habría de ser necesario volver a convocar elecciones de cara al nuevo planteamiento, por lo que la sensatez conduciría a unos programas electorales más sinceros y abiertos a diferentes situaciones en caso de que los políticos siguiesen con su manía de querer competir por mantener el poder.


  • Posibilidad de votar a diferentes candidatos dentro de un mismo partido. Incluyendo ministerios.


  • Prohibición de propaganda electoral, que sólo sirve para que los políticos empleen recursos en invitarte a votar sin considerar siquiera su programa.


  • Obligación por parte de todos los partidos políticos a establecer medidas concretas cuando hablen de resultados a conseguir.


  • Obligación a dichos partidos a publicar los informes técnicos necesarios que amparan sus medidas, para que los profesionales ajenos puedan estudiarlos y criticarlos a placer.


  • Ilegalización de las entidades políticas a nivel nacional que pretendan beneficiar de forma exclusiva a uno de sus territorios.


  • Imposibilidad para que un mismo partido pueda presentarse abiertamente a unas elecciones locales o autonómicas y a unas nacionales al mismo tiempo, fomentando una subordinación ilógica por unas razones imposibles de reconocer.



Son todas las que están. Seguramente no estén todas las que son, pero casi. Medidas coherentes que fomentan que el pueblo escoja de una forma pertinente las políticas que se seguirán; políticas identificables y expuestas a la crítica y opinión de los diversos expertos de cada materia.

Entonces, ¿parece que de verdad alguien de suficiente notoriedad ha dado el paso inicial para que cuantos piensan como yo, y somos unos cuantos, salgamos a la calle?


La frustrante respuesta es NO.


¡Democracia Real YA! es una organización que por democracia entiende que el poder debe estar en manos del pueblo, lección que le enseñaron bien en la escuela, pero que interpreta que el pueblo tiene unas voluntades concretas a imponer que se conocen perfectamente y que, por tanto, serán las que van a exigirse el próximo 15 de Mayo. Así, lanzan una serie de “propuestas que consideran esenciales” que quizás recuerden a muchos a las listas de medidas que publican los candidatos políticos en sus mítines electorales, y lo hacen de una forma categórica, concisa, como si cada una de sus propuestas no llevase detrás un tremendo debate. Cabe aquí decir que estoy de acuerdo con muchas de ellas, pero en absoluto lo estoy con otras, y si esta organización se presentase como plataforma política a unas elecciones en las que yo votase, no los votaría, a no ser que las propuestas por su oposición me pareciesen bárbaras.

¿Cuántas de las medidas anteriormente planteadas aparecen en su esquema? Pues ninguna. Simple y llanamente, ninguna. Sí aparecen otras como dar significación al voto en blanco (el cual ya tiene una significación, independientemente de que pueda faltar la opción de voto que se reclama), obligación a la banca de devolver el dinero al Estado (lo que en parte ya ha hecho, en unas condiciones que te hacen plantearte la inteligencia colectiva y política del país, pero lo ha hecho) y algunas otras que dejan a la literatura, como “fomentar la reducción de jornada y la conciliación laboral” pero aumentando, eso sí, los servicios sociales hasta terminar con las listas de espera en Sanidad, tener más profesores por alumno y dar 426€ al mes a los desempleados.

Me siento como Mourinho: ¿Por qué? ¿Por qué cada vez que alguien alza la voz para luchar contra lo mismo contra lo que yo quiero luchar tiene que ser una puta marioneta bailando al son de historias que poco o nada tienen que ver con lo que nos trata?

Así, ahora mismo, razones para acudir a la manifestación encuentro las siguientes:


  • Es una protesta popular, engendrada con independencia de poderes políticos o sindicatos, y es la única en todo el caos que aqueja nuestro sistema. Si tuvieras más opciones de protesta, podrías considerarlas, pero no es así: Tan sólo es ésta.
  • La intención es loable.
  • No deja de llamarse “¡Democracia Real YA!”. Dado el circo mediático de nuestro país, las propuestas son algo secundario. La publicidad del evento repercutiría, triste pero afortunadamente, de una forma directa en una crítica al sistema democrático actual. Tal vez se despertase el debate.
  • Quizás dar algo de notoriedad al acontecimiento pellizque determinadas conciencias amuermadas, y la acción en la red pase a ser una herramienta democrática: Debemos decir que es posible luchar por aquello que nos merecemos.


Las razones para no ir, ya están argumentadas. Vas a estar protestando por unas cuestiones, y no por otras. Tan sólo conviene tenerlo bien claro.

¿Mi recomendación? A poco interés que te despierte, tras leer esto, la convocatoria, habrías de acudir. No hay una elección real, es la única oportunidad, y tu presencia cuenta. A mí, me temo, no me despierta ninguno; incluso me pregunto si se trata de un paso atrás.

Mucha suerte en vuestra decisión, a expensas de decidir cuál va a ser la mía. Recordad que en cualquier caso, no sería la primera que sale mal, ni tampoco la última que saldrá bien.

Un saludo.

10 comentarios:

Unknown dijo...

Ante una síntesis tan nutriente como la que presentas no cabe menos que darte la enhorabuena por informarte, por impulsar a informarnos y por lo bien plasmada que está en todos los sentidos.

La verdad es, Germán, que no puede ser más cierto lo que dices, sobre todo en lo refrente a lo irreprochable de los principios que motivan la "manifa" y bien es cierto que todo lo que tiene de necesaria lo tiene también de imprecisa en sus objetivos. Dicho esto, me gustaría precisar un poco más las razones favorables para asistir:

- Aunque es cierto que es un movimiento que tiene más idealismo que realismo político (al menos a corto plazo), esto no es razón en sí misma para que torcer el gesto a la primera. El idealismo, como bien das a entender, es un punto positivo, en tanto en cuanto, es inspirador de acciones encaminadas a conseguir ese objetivo; pero aún diría más, en la coyuntura actual en la que da la sensación de que nadie se siente identificado con nada, es un valor en sí mismo y más aún en los jóvenes que deben constituirse en el adalid del idealismo. Por ello, hasta aquí me parece coherente.

- Tus propuestas para lo que debería significar "Democracia real" son sin duda intachables y es verdad que no están recogidas como tales. Aún con todo, se trata de algo que todavía no ha echado a andar como plataforma política o sindical con poder ejecutivo de facto, es decir, aún está en fase de engendración, por lo que tampoco es descabellado esperar a que este primer llamamiento tenga éxito para perfilar y definir propuestas (sensatas como las que sugieres) más adelante.

- En nigún caso se trataría de un paso atrás. El mero hecho de que se reactiven el sentido de pertenecia o la conciencia social por parte de una juventud a la que en este país se la desprestigia a través de publicidades engañosas como los "Ninis" no es lo de menos.

Unknown dijo...

El texto es muy interesante y con contenido y mi enhorabuena por eso.

Yo quiero hacer unos apuntes, el primero, ¿no crees que el bipartidismo que hay es fruto de un gobierno inestable anterior, se creó así con ese objetivo para que hubiera estabilidad política en tiempos revueltos, y es necesaria un “evolución” más que una “revolución”?

Lo segundo va en relación al comentario de Juan Carlos, yo creo que los jóvenes en España no necesitan publicidad para desprestigiarse, solo hace falta darse una vuelta a 11 o 12 de la noche por el parque grande, otros ejemplos: la noticia de las jóvenes que confundieron a Rajoy con zapatero (http://www.abc.es/20110418/espana/abci-rajoy-zapatero-adolescentes-confunden-201104181608.html), y lo de los ninis, son una minoría, pero es lo que se ve en televisión, minorías o polémica, que suelen estar relacionadas; como dato en España un estudio llego a la conclusión de que los ninis representan menos del 1% de la población joven (http://www.lavozdegalicia.es/sociedad/2011/03/24/00031300972032042846468.htm).

Otra cosa sobre las manifestaciones, es la repercusión y afluencia que tienen, se nota que la gente no está lo suficientemente “enfadada” para salir a desaogarse a la calle, por no hablar de que los números que presentan los sindicatos y el gobierno sobre los asistentes difieren en lo suyo… y eso provoca que sean de “mala calidad” la siguientes.

Unknown dijo...

Sumandome a la enhorabuena que mereceidamente te hacen llegar mis compañeros (sacar este tipo de temas a la palestra no tiene precio) matizaría, sin embargo, tras una lectura todo lo detenida que mi tiempo disponible me permite, el tono pesimista del artículo.
Si bien es cierto que tus propuestas (las cuales suscribo totalmente) son realmente interesantes; no es menos cierto que las apuntadas por "¡Democracia Real YA!", salvo contadas excepciones, sean menos certeras.
Germán destaca, no sin cierta amargura de economista incomprendido, que el texto pretende "fomentar la reducción de jornada y la conciliación laboral pero aumentando, eso sí, los servicios sociales hasta terminar con las listas de espera en Sanidad, tener más profesores por alumno y dar 426€ al mes a los desempleados", pero bajo mi punto de vista olvida que esta parte (enfocada al gasto) tiene su contrapartida por el lado del ingreso, ya que el texto también habla de importantes medidas que, independientemente del debate que lleven aparejado (me temo que en este tipo de medidas y propuestas el debate está asegurado por los conflictos de clase que de él se derivan), es difícil, por lo cuantioso, calcular con exactitud el dinero que permitirían ingresar a las arcas públicas; me refiero a medidas como: la supresión de privilegios de la clase política (si otrora fue el señor feudal, ahora es la clase política la que campa a sus anchas con todo tipo de prebendas y sueldos vitalicios asociados al cargo), el establecimiento de un férreo control a la banca (para evitar, entre otras cosas, una como esta en la que estamos inmersos), la recuperación del impuesto sobre el Patrimonio (si majestad, eso también le afecta a usted) o la reducción del gasto militar.
En suma, quiero decir con esto que, pese a no contar con ninguna de tus acertadas observaciones, no me parece que el texto presentado por Democracia Real sea ningún disparate.
En todo caso, me felicito a mí mismo por estar de acuerdo en lo básico con mentes tan inquietas como las vuestras y de las que tanto hay que tomar nota y aprender, lo cual, huelga decir, espero poner en práctica el susodicho día 15.

Unknown dijo...

Si lo que yo critico, chicos, no es el idealismo de las intenciones, ni muchísimo menos. Lo que pienso es que la plataforma ha entrado a una serie de medidas muy concretas y con muchísimo debate por detrás, y ha pasado completamente por alto el auténtico significado de la democracia: Que el poder esté en manos de un pueblo cuyo voto tenga un valor independientemente del partido votado y cuya elección incite a un ejercicio mínimo de información y honestidad electoral. Medidas como hablar del impuesto de patrimonio, el salario en ausencia de trabajo o la tasa Tobin son implícitamente medidas de un gran trasfondo y calado, algunas por una mera cuestión práctica, otras por su complejidad teórica, que merecen un trato individual, dinámico, reflexionado. En un sistema político de democracia real, probablemente algunas de ellas verían la luz, de beneficiar realmente a los ciudadanos. Unos ciudadanos que tuvieran fácil informarse, mediante los especialistas oportunos, sobre la veracidad de las políticas gubernamentales. No es una cuestión de que sean medidas desacertadas (a mí algunas me lo parecen, pero sé que quizás me equivoque, y que tardaríamos en discutirlo un buen rato), sino de que la dirección está confundida. Y perdonad el tono si me enerva no entender el por qué de la dirección tomada, quizás cegado por una visión propia que está demasiado clara.

Ahora, se me pide que salga a la calle para defender un manifiesto que no defiendo en pos de defender una cosa que no defiende el manifiesto. Y creo que el paso atrás sí es factible: Yo, por ejemplo, con probablemente más voluntad que una mayoría por intervenir en un movimiento social por el progreso, no dejo de desilusionarme, y mira que me ha costado. El movimiento me recuerda al que se hizo en su momento con el plan Bolonia, que si bien acertaba en muchos de sus argumentos, llevaba una dirección sin sentido, rumbo, ni puerto, y que tuvo mucha repercusión, pero originó poco debate.

Y Max, coincido en todo lo que dices, salvo en lo último: Que una población salga a protestar no depende exclusivamente de lo "enfadada" que esté. Depende mucho más de la fe que tenga en un cambio, que yo entiendo que en nuestro país sea medio nula.

Os animo que vayáis, por supuesto. Yo... me alegro de haberme topado con todo esto con algo de tiempo para tomar mi decisión. Y estoy, elogios a un lado, encantado con que participéis chicos! Bien sabéis que podéis hacerlo con una aportación propia con sólo desearlo.

Unknown dijo...

Coincido con el aire pesimista que se respira, pero hay motivos para serlo, hay muchas cosas que no tenemos en cuenta cuando hablamos "hacernos oír" pero lo que en realidad cuenta es que se representen las opiniones de la mayoría de ciudadanos, solo entonces habrá una manifestación efectiva.

bueno y la vagancia/conformismo (a veces difícil distinguirlos) es/son otro/s factor/es, coincido con vos Germán, no es exclusivamente del enfado que se tenga pero como dices, la "fe" de que hayan cambios tiende a cero... y podríamos citar más factores pero no cambiaría nada.

Creo sinceramente que se debería tomar como ejemplo o modelo a Islandia en estos temas. Enlace:
http://www.canariasahora.com/opinion/6862/
Hay más literatura pero este artículo de opinión me parece muy bueno.


Otra cosa que no tiene que ver mucho con el tema central pero creo que merece mención ya que incide en la eficiencia de las manifestaciones, es que si bien todo el mundo tiene derecho a expresarse, me parece bien, pero casi siempre se jode a las personas que quieren hacer cosas como trabajar, estudiar, y las manifestaciones tiene por objetivo eso mismo pero a nuestros representantes en el gobierno, tocarle los huevos a ellos no a mí, eso me jode...

Cristian dijo...

Para mi, un sistema en el que el voto de un analfabeto vale tanto como el de un filósofo es ilógico ya desde un principio...

Muy interesante el tema Germán, si alguien me siguiera en el twitter te retwittearía jaja

Sesma dijo...

Una manifestación más. Una más de esas tantas que se han organizado como,por ejemplo,la de Logroño en el día de hoy a cargo de CCOO. Me parece una pérdida de tiempo, y me alegra que Germán le haya otorgardo al texto un aire pesimista (como coincidimos la mayoría).No veo la luz! (ni la veré/mos hasta dentro de BASTANTE...)

Unknown dijo...

Cristian ha tocado un tema clave sobre el que se escribirá próximamente. Para que un sistema democrático funcione es necesario que los ciudadanos voten sus preferencias/objetivos (y aquí no importa tu nivel de "educación", puesto que tu felicidad no es menos importante por ser más analfabeto) y no los métodos. Los métodos ha de seleccionarlos la gente competente. En la actualidad, se votan (parece) más los métodos que los objetivos, que son siempre los mismos y preciosos.

Pero se desvía de este tema. Lo dicho, lo hablaremos.

Y Sesma, una manifestación es (o yo lo creo) una de las armas más importantes para combatir el malestar ciudadano. En la actualidad, el hecho de que se produzca una por iniciativa ciudadana, lejos de políticos y sindicatos, es una noticia estupenda. Por eso la del 15 de Mayo era (y es) algo tan importante.

Unknown dijo...

Relacionado: http://blogs.publico.es/arturo-gonzalez/2011/05/02/3-reforma-de-la-ley-electoral/

Unknown dijo...

Estimado Germán, como bloguer esperimentada al ver tu blog de interesante contenido, he observado que los textos son muy extensos y si quieres un consejo....sintentizar es la clave del éxito.

Un saludo y otro a Sesma!!! x fin te animas a bloguear proyecto de economistaaaa!!!

http://masquelunares.blogspot.com