Población y recursos: los conflictos latentes

. domingo, 24 de abril de 2011
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En la actualidad, si tuviéramos que elaborar un ranking de las noticias más frecuentes y problemáticas que aparecen  en los medios de comunicación nos encontraríamos, en el primer puesto, el persistente problema del hambre y, en segundo lugar, el aumento y desarrollo de la inmigración. Pero lo que realmente me llama la atención de todo esto es que hayamos acabado aceptándolo como si fueran tragedias imposibles de evitar.
En esta ocasión, daré una explicación crítica sobre el primero de estos dos temas dejando el problema de la inmigración para otra ocasión. Are you ready? Empecemos!
Una de las variables más importantes (pero no la única) que puede influir en el problema de la desnutrición y las hambrunas, “feroces como diez furias, terribles como un infierno” (John Milton), es el volumen de producción de alimentos. Nos podríamos, de este modo, hacer las mismas preguntas que se hizo Amartya Sen en su obra Development as Freedom: “¿existe una crisis mundial de alimentos?, ¿está creciendo la producción mundial de alimentos menos que la población mundial en lo que podría considerarse una carrera entre las dos?, ¿está la producción de alimentos perdiendo en realidad la carrera con el crecimiento de la población? La respuesta es NO. Una parte cada vez más pequeña de la población se dedica directamente a la producción agrícola, y la productividad por hectárea y por persona dedicada a la agricultura se ha multiplicado excesivamente. El resultado de este hecho es que la producción per cápita de alimentos ha seguido creciendo en el mundo. Esta tendencia ascendente se ha mantenido en las últimas décadas, como muestra el cuadro 1.

La producción total ha aumentado interrumpidamente desde 1960 hasta nuestros días, superando en general el ritmo de crecimiento de la población. Pero lo que sucede, como no podía ser de otra forma, es que el aumento no ha sido igual en todo el mundo debido a diversos componentes sociales, políticos y económicos, y no específicamente a una crisis de la producción de alimentos.
Por otro lado, mi gran amigo Malthus previó hace dos siglos que la producción de alimentos iba a perder la carrera y que ocurrirían terribles desastres como consecuencia del desequilibrio de la proporción entre el aumento natural de la población y el de los alimentos. Estaba convencido de que número de hombres llegaría a ser superior a los medios de subsistencia. Malthus se equivocó rotundamente en su diagnóstico.
Llegados a este punto, alguno de vosotros habrá sacado a relucir su “RAMALAZO COMO ECONOMISTA” y se estará preguntando a sí mismo: “Pero este tío, ¿cuándo piensa hablar de los precios? (Algo tan importante en la economía…)”. Pues bien, la tendencia de los precios mundiales de los alimentos, en términos reales, ha sido descendente. Eso implica que han disminuido los incentivos económicos para producir más alimentos en muchas zonas del mundo. A pesar de esto, la producción mundial de alimentos ha continuado creciendo mucho más que la población. Como ya os podéis imaginar, donde más ha aumentado la producción de alimentos ha sido en China o la India, ya que sus mercados de alimentos están aislados de los mercados mundiales y de la tendencia descendente de los precios, como ya he comentado.
A mi modo de ver, muchos autores han centrado su pensamiento en estudiar y dar más importancia a la producción de alimentos que al crecimiento de la población. Pienso que, en la actualidad, prestar menos importancia al crecimiento de la población es un error, y más aún en zonas superpobladas como China donde la población se ha acelerado en los últimos cien años a un ritmo notable. De mantenerse esta tendencia, el mundo estaría “reventando por las costuras” (como me gusta esta expresión) antes de acabar el siglo XXI. No obstante, hay algunos indicios de que la tasa de crecimiento de la población mundial está comenzando a descender (se puede observar en el gráfico). Pero, ésta es una cuestión polémica, ya que en algunas regiones son los Gobiernos los que están facilitando este proceso de desaceleración. Estoy hablando, como ya os imagináis de la SOLUCIÓN COERCITIVA y su caso más representativo es el de China en 1979. Pero, ¿hasta qué punto es eficaz la coacción?

Para mí, esta postura es injusta, ya que es la mujer la que debe tener la última palabra a la hora de abortar, entre otras cuestiones, que afectan directamente a su cuerpo. (Nunca suele ser buena la imposición, creo yo). Por lo tanto, surgen aquí problemas relacionados con los derechos de reproducción, la libertad y la autonomía. ¿Cómo lo veis vosotros?

Relacionado con todo esto, recuerdo cuando estudié el pensamiento de Malthus (en una de mis asignaturas de la carrera), que no hablaba textualmente de solución coercitiva, sino de MODERACIÓN MORAL VOLUNTARIA como alternativa para reducir la presión demográfica. Dicho de otro modo, una alternativa al sufrimiento y al aumento de la mortalidad, aunque no estaba muy convencido de su efectividad. Debido a esta falta de convencimiento, más adelante se inclinó por la reducción forzosa de las tasas de crecimiento, y que sería la naturaleza el instrumento que provocaría esa reducción.
Las tasas de fecundidad han descendido de forma brusca con el desarrollo social y económico de Europa y Norteamérica, y están descendiendo bastante en Asia y parte de Latinoamérica. Pero no lo están haciendo tanto en África. Por ello, en algunos medios ha salido a la luz el siguiente eslogan: “El desarrollo es el mejor anticonceptivo”.
Y como lo que pretende este blog es “desenmascarar” y descubrir la esencia e identidad de algunos fundamentos y principios económicos, así como aportar una visión crítica de la realidad, espero haberlo hecho con la mayor claridad posible.
Gracias de antemano a todos aquellos que lean este blog y, cómo no, a mi compadre y creador de este espacio, Germán, por haberme dado la oportunidad de participar. Un saludo. Tupá!

2 comentarios:

Unknown dijo...

Sin ser un experto, estoy muy de acuerdo man, y los datos que nos ofreces son reveladores. Es un análisis más diligente que los que me piden en la facultad...

Desde luego, hablar del problema de superpoblación antes de tratar otros problemas sobre la pobreza, que quedan mucho más en nuestras manos y evitan una complicada y muy polémica coacción (¿impedir a alguien tener hijos? ¿puede ser eso una solución a nada?) sobrepasa la raya del cinismo hasta colmar el disparate; especialmente teniendo en cuenta que cada vez se produce más comida por habitante (también habría que añadir que el hambre, afortunadamente, también va desapareciendo a cada día, pero todos sabemos que no es humanidad lo que permite que aún exista).

Espero que el problema de la pobreza sea uno de los pilares del blog. Y encantado de poder contar con autores como tú en el blog, sólo faltaba!

Sesma dijo...

Nose que me da que el "Anónimo" es el Fucking Samu-rai...

Gracias Germán por el comment y por dejarme escribir en el Enmascarado blog! Poco a poco, iremos Anal-izando más temas. Pero qué me respondes a estas preguntas?:
- solución coercitiva o moderacion moral voluntaria?¿?
- desarrollo como mejor anticonceptivo?¿?
- algún tema que debería haber tratado y no lo he tenido en cuenta?¿?

P.D: Recuerdo que habrá una segunda parte a este primero.