Desenmascarando el Copago Sanitario

. martes, 8 de noviembre de 2011
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Uno de los temas más destacados en los debates públicos actualmente es el tema del copago y la accesibilidad a los servicios sanitarios.

La pregunta se puede formular de diversas maneras: ¿deberíamos pagar por visitar a nuestro médico de cabecera?, ¿deberíamos mantener nuestro sistema sanitario público o deberíamos reformarlo, con el fin de hacerlo privado?, ¿es mejor para asegurar la calidad de los diagnósticos médicos el pago por acto?, ¿deberíamos pagar dos veces por el mismo servicio?...

El copago no es, ni más ni menos, que la participación del paciente en parte del coste de los servicios sanitarios. Es decir, consiste en repartir los gastos sanitarios entre el paciente y el Estado. Muchos ciudadanos podrían preguntarse al leer esta definición ¿es que la sanidad no se paga con cotizaciones e impuestos?, y si es así, ¿estaríamos pagando dos veces por visitar a nuestro médico de cabecera? La respuesta sería sí, pero con matices. Y es que el motivo principal por el que se quiere imponer el copago es evitar el consumo excesivo e innecesario de servicios sanitarios por parte de algunas personas, así como largas colas de espera en los centros hospitalarios. Dicho de otro modo, ¿todas nuestras visitas médicas son de urgencia?

Da la casualidad que muchas de las visitas al servicio de urgencias de los hospitales españoles se den los sábados a las 7 de la tarde. Coincide que a esta hora termina la película que están emitiendo en la televisión o la sesión de cine. Por tanto, ¿son estas visitas realmente de urgencia?, y si fueran de urgencia ¿por qué estas personas han esperado a que terminara la película, en lugar de asistir al médico en el momento en que se han producido los dolores o síntomas?

La elasticidad de la demanda en sanidad es baja, esto es, los servicios médicos son una necesidad básica que no pueden dejarse de consumir ni pueden ser reemplazados por servicios sustitutivos aunque suba su precio. Por tanto, el copago causaría indiferencia a aquellas personas con rentas altas y, por el contrario, sería perjudicial para aquellos con rentas bajas, que no podrían permitirse ninguna consulta, aún siendo de verdadera necesidad. De esta forma, las personas más sanas serían aquellas con rentas más altas, ya que podrían permitirse pagar todas las visitas. Pero además, los individuos con mayor renta son aquellos que tienen mayores niveles de formación académica y, por tanto, tienen un mayor grado de educación. Así, se podría establecer la siguiente relación: aquellos con una mayor educación serán los que estén más sanos.

Otra medida que ya se fijado en muchas comunidades son los precios sombra, es decir, cada paciente recibe tras su visita médica un ticket, en el que se incluye el coste que ha supuesto esa visita. Esta medida no conlleva ningún pago y solo se establece como medio para concienciar a la sociedad. Aún así, esta medida también es discutible, ya que asignar a cada persona información sobre los servicios consumidos, conlleva gastos administrativos.

Como vemos, el copago tiene pros y contras que hay que estudiar exhaustivamente para que la decisión final (establecerlo o no) sea la que maximice el bienestar social.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Buen post, compañero! bueno desde mi experiencia tengo mas que aprendido que los médicos son muy ineficientes, con esto no digo que no sean competentes, a la hora de una consulta rara vez se molestan en levantarse del "trono" que tienen por silla para comprobar síntomas, comprendo lo tedioso que debe ser, desde luego habrá casos en los que no sea necesario pero yo cuando fui la ultima vez fue por un "traumatismo por repetición" así lo diagnostico sin siquiera comprobar nada... y receta al acto! pastillas y cremas, pero para un año! y eso es un problema.

Creo que si hacemos un poco de todo por ejemplo que te hagan un ticket con el precio de concienciación y cobrándote un precio simbólico que cubra un poco mas de los gastos que ocasiona el mismo, junto con una mejora del reparto de medicamentos, se ahorraría muchísimo.

otra cosa que tengo entendida, sesma corrígeme si me equivoco, es que los farmacéuticos están cualificados para producir el 90% de los medicamentos del mercado. es decir que se podría luchar contra el monopolio...

Sesma dijo...

Pues la verdad que no tengo ni idea del porcentaje que manejan...
No entoy muy informado en cuanto a farmaceúticas, pero esa cantidad no suena mal en cualquier caso.

En cuando a la ineficiencia de los médicos, supongo que habrá de todo, pero en cuanto a médicina general o de cabecera, esto es una verguenza. Enseguida te enpaquetan el medicamento oportuno y adios muy buenas.